• Como proveedor turístico, tu negocio puede verse afectado negativamente por el cambio climático. Por ejemplo, si ofreces actividades acuáticas en embalses o ríos (como en el embalse de Entrepeñas, en Guadalajara; en el de Darnius Boadella, en Girona, o en el de Conde de Guadalhorce, en Málaga), te ves amenazado por las sequías estivales, que te privan de parte de tu negocio y, por tanto, de tus ingresos.

​

• Cada vez más clientes incluyen un aspecto responsable en su elección de actividades. Si actúas beneficiarás al planeta y al atractivo de tu sitio.​